Largo Mayo

Si, amigos míos: en el mismo día, en casi el mismo momento vuelvo a publicar otra entrada. No es por los días ausente de este sitio, ni por cumplir con nadie sino conmigo mismo. Cuando digo que estoy al ciento cinco por ciento, estoy faltando a la verdad. Estoy al ciento cincuenta por ciento y subiendo. Gracias por leerme.

 

 

LARGO MAYO.

Largo mes éste de Mayo,

con días de sol y lluvia

donde perderse en los goces,

viajar ligero, sin prisas

y acabar entre dolores.

Pasan los días normales

y sin embargo parece

que las horas no se mueven,

que los relojes se paran,

que las voces enmudecen.

Y esa lentitud sentida

hace que todo se apague

remarcando los dolores,

creando sombras opacas

que ocultan los sinsabores.

Largo mes éste de Mayo

que recorren mis temores

viendo sufrir día a día

la causa de mi alegría,

el amor de mis amores.

                  29/05/2018

Sabela, al fin.

SABELA.

Apenas un bulto bajo la ropa,

los ojitos cerrados

como temiendo ver lo que hay,

las manos inquietas

y los pies levantando la manta.

Y sin embargo ¡cuánta energía!,

cuánto ardor en sus movimientos,

qué tesón para hacerse entender,

a pesar de tener unos pocos días

la vida rebulle en su ser.

Abre los ojos, mi niña,

que desde lejos te venimos a ver

y queremos llevarnos tu sonrisa

grabada intensamente

en las fibras más íntimas de nuestro ser.

                    17/05/2018

En Bruselas

Esperándote.

Mientras estás intentando llegar al mundo a través del salado lecho en que te has desarrollado, intento imaginarme cómo serás.

Como serás recién venida a este mundo, sonrosada, arrugadita como una pasa, vivaracha, desperezándote de tu enclaustramiento y abriendo los ojos.

Intento pensar en qué vida te espera. Qué será de tu infancia. Qué serás en tu adolescencia. Qué harás cuando seas mayor. Y no se me ocurre nada relevante.

Porque es tan grande el cariño que te espera al llegar a este mundo, que tengo miedo de que te asfixie su intensidad.

Todos te esperamos con anhelo, con nervios, con dolor… de modo que cuando al fin emerjas del seno de tu madre, por muy duro que sea este mundo, estoy seguro de que sentirás nuestros intensos sentimientos y sabrás que has venido a un buen lugar, aunque a veces parezca lo contrario.

Sé que estás llegando en este preciso momento y por eso mi alma baila con mariposas entre suspiros de felicidad.